Opinión

Quiosco internacional: Los crecientes dolores de Europa son evitables

FINANCIAL TIMES (REINO UNIDO)

Los miedos sobre si Lagarde iba a ser un perrito faldero de la Eurozona han resultado infundados: la directora del FMI ha dicho las verdades sobre la unión monetaria. En un discurso en Berlín, impresionó a sus anfitriones con las medidas que se precisan para evitar una repetición de 1930. Merkel rápidamente señaló que puede considerar un fondo de rescate europeo más grande. Sería bueno que lo hiciese.

También debería escuchar otras críticas de Lagarde. En la actualidad, la posición de la Eurozona consiste en limitar la capacidad combinada del Mecanismo de Estabilidad Europeo permanente (una vez sea operativo) con la Facilidad Europea de Estabilidad Financiera hasta llegar a los 500.000 millones. Lagarde estima que es un cortafuegos demasiado fino como para evitar que los mercados de bonos de España o Italia sufran. Ello tendría implicaciones desastrosas y por eso propone que se sumen los dos fondos y se incremente el tamaño del permanente.

Berlín asiente a lo primero, pero además debería aceptar lo segundo. Sólo que Merkel no cederá a menos que logre su trozo de carne. Para calmar a sus parlamentarios, quiere apretar las tuercas con el nuevo compacto fiscal. Esta visión resulta equivocada. El peligro procede ahora no sólo de la incontinencia fiscal, sino también del estancamiento económico. La obsesión con el déficit hace que no se discrimine entre países con capacidad fiscal. Como dice Lagarde: "El recurso a los recortes a lo largo de todo el continente sólo eleva las presiones recesivas", y por tanto las preocupaciones sobre la sostenibilidad de la deuda. Es imperativo añadir medidas que generen crecimiento a corto plazo en la Eurozona. El centro debe compensar la austeridad de la periferia.

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