Mientras la crisis se acentuaba en los países desarrollados, en China, la demanda de petróleo crecía. Así lo muestra el aumento de envíos de crudo de la estatal Unipec y el descenso de la mayor transportista de fuel, la holandesa Shell. Este incremento encarece el oro negro. Otro lastre para Europa que se suma a las amenazas de Irán de cortar el suministro y la caída del euro.