El exalcalde de Madrid lo tenía muy claro desde el principio: no quería ir al Ministerio de Defensa. El presidente del Gobierno le propuso, y dos veces, que se pusiera al frente de las Fuerzas Armadas. De hecho, en un momento dado Rajoy llegó a plantearse ponerle un secretario de Estado que lo atara en corto. Sin embargo, Ruiz-Gallardón no claudicó. Y le ha salido bien la jugada: se ha hecho con el Ministerio de Justicia. Y es que las malas lenguas recuerdan que Defensa es por donde se empieza a recortar, y a Gallardón no le gustan las tijeras...
