LE MONDE (FRANCIA)
Con la recesión que anuncia la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), lo peor aún está por llegar en Francia. El próximo año, cuando las deudas de las políticas de empleo tienen que reducirse en un 12%, el año podría terminar con una tasa de desempleo del 10,4%. Esta patología social tiene un nombre: el desempleo masivo. Revivida por una crisis que ha mostrado los límites del Estado de Bienestar, el desempleo masivo se ha enquistado en nuestras sociedades occidentales tanto ricas como no igualitarias. No es demasiado tarde para responsabilizar a los interlocutores sociales y al Estado en torno a un pacto por el empleo que proporcione los medios para luchar contra esta patología social.