
Los fabricantes de móviles están que no les llega la camisa al cuerpo. Los movimientos que se han producido en Telefónica España y las intenciones del operador de reducir su número de referencias han puesto en vilo a todo el sector en España.
En un alarde de sinceridad, Luis Miguel Gilpérez, responsable de Telefónica en el mercado doméstico, aseguró a principios de noviembre que simplificaría las ofertas y que reduciría el actual portfolio de móviles de la compañía para dejarlos en un centenar.
Por todo lo anterior, el grupo meterá tijera tras comprender que tener tantos terminales no les representa ninguna ventaja competitiva, más bien todo lo contrario. Todo resulta más complejo y complicado, justo lo contrario de lo que ahora pretende la compañía que preside César Alierta.
El anuncio de la purga de modelos de móviles dejó sin respiración a la totalidad de los fabricantes, todos ellos dependientes de forma peligrosa de los pedidos de los operadores. De hecho, en el caso de España, los clientes de los fabricantes son las compañías de telecomunicaciones y no los consumidores.
En ese escenario, Telefónica ha comprendido que ha llegado el momento de concentrar las sinergias en un puñado de equipos para los diferentes segmentos de consumo. A partir de ahora, los fabricantes tendrán que afilar sus argumentos comerciales para no quedarse fuera de la lista. Al mismo tiempo, fuentes del sector consideran que Movistar creará varias categorías de dispositivos: unos jugarán la champions, otros lucharán en la tabla media y muchos quedarán relegados a disputarse la permanencia.