BILD (ALEMANIA)
Los Gobiernos europeos rescatarán a los bancos de la misma manera que después de la bancarrota de Lehman Brothers en Estados Unidos. El riesgo, no obstante, lo corre el contribuyente, y nadie más.
Se trata de un escándalo que los señores de las mil rayas se hayan vuelto a desplumar de esta manera. Nadie obligó a los banqueros a comprar deuda griega. Pero las ganancias eran demasiado tentadoras, y la codicia, más fuerte que la razón. Por ello, el Estado podrá convertirse en el salvador sólo bajo una condición.
Tiene que hacerse pagar la ayuda por parte de los bancos inmediatamente después de que éstos tengan un respiro. Quien corre riesgos y pierde debe responsabilizarse por ello. Ya ha llegado la hora de que los banqueros también lo aprendan.