El 68% de los concesionarios oficiales de coches perderá dinero este año. Dos factores explican este hecho: por un lado, que cada vez se compran menos vehículos.
Las ventas de este ejercicio han caído más de un 20% y se acumulan sobre una sucesión de años de batacazos. Tantos que además han obligado a rebajar los precios y dejar las rentabilidades rondando el 2%.
Por otro lado, también se está reduciendo el consumo de la parte más lucrativa del negocio, la postventa, que incluye piezas de recambio y el taller.
Y todo esto se plasma en un envejecimiento de un parque móvil que, para colmo, en algunos casos no ha pasado por un taller y no ha cumplido con las necesarias revisiones. Semejante coyuntura puede terminar propiciando una consolidación del sector.