Ayer se celebró en el Congreso de los Diputados la última sesión de control de la legislatura. En ella, Rajoy y Zapatero trataron, sobre todo, la cuestión del desempleo, pero también tenían margen para tratar otra materia. Setrata de organizarse.
Curiosamente, cuando al líder popular se disponía a articular sus mejores deseos de futuro para su oponente político, su tiempo en el estrado se agotó.
¿Se trata de un simple error de cálculo, o por el contrario, que Rajoy se extendió distraídamente en su alocución para no despedir al presidente saliente? Seguro que es lo primero...