Si tanto Sacyr como Pemex querían propiciar una mejora de la gestión en Repsol y que ésta "se desarrolle en línea con las mejores prácticas internacionales de Gobierno corporativo", entonces pueden haber incurrido en una contradicción, puesto que el órgano encargado de evaluar este parámetro en España, la CNMV, ha dictaminado que Repsol es una de las empresas que mejor parada sale en este ranking.
Y si se compara con Sacyr, incluso le gana de largo. Mientras que la petrolera presidida por Brufau aprueba en 54 de las 58 recomendaciones de buen gobierno, la constructora presidida por Luis del Rivero sólo recibe el visto bueno en 38.
Así las cosas, no parece que los de Sacyr puedan dar lecciones, a menos que ésta no sea la verdadera razón de su movimiento en Repsol.
