
Hay menos posibilidad de que el euro se rompa o de que EEUU entre en recesión de la que valora hoy el mercado.
Todos estamos un poco hartos de oír los negros presagios que nos aguardan para el año que viene. Por eso voy a dedicar este artículo a glosar las muchas posibilidades que existen de que las cosas no vayan tan mal como se piensa.
La primera afirmación que se oye es que Estados Unidos va a entrar en recesión. ¿En qué se basa esta aserción? Simplemente en los temores de muchos inversores que han sucumbido al pánico vendedor durante este verano en bolsa. La realidad es que no existe ni un solo informe nacional o internacional, oficial u oficioso, que asegure que esto va a ser así. Hasta Nouriel Roubini, uno de los gurús mas negativos en sus pronósticos, colaborador de este periódico, da a la recesión un 50 por ciento de probabilidad. Desde luego, los informes de la Reserva Federal apuntan más hacia un enfriamiento.
Los expertos del Consejo Editorial de elEconomista descartan también tal recesión y auguran un periodo largo de estancamiento. Si esto es así, estaríamos ante una sobrerreacción muy negativa de los mercados, que debería ser corregida en los próximos meses.
La segunda afirmación que hace cundir el pánico es que el euro se romperá tarde o temprano, pese a que esta semana hemos oído a la canciller Angela Merkel hacer de la defensa de la moneda única su misión. El voto sobre la constitucionalidad del rescate griego dado por los tribunales germanos allana, además, el camino para que el Parlamento de este país dé, el próximo día 29, su visto bueno a la ampliación del fondo de rescate.
Apúntese esta fecha en el calendario porque es clave, ya que la ampliación de dicho fondo no sólo permitirá dar más dinero a Irlanda y Portugal, en caso de que sea necesario, sino que liberará al Banco Central Europeo (BCE) de las compras de deuda española e italiana. A partir de ese momento, será el fondo de rescate el que lo haga.
Hay otra cita importante, el 20 y 21 de septiembre, en la que la Reserva Federal decidirá qué medidas tomar para levantar el vuelo de la economía americana.
Existen varios diputados de la coalición de Gobierno de Merkel que amenazan con votar en contra de su propuesta. Pero ésta cuenta con una última baza que parece dispuesta a utilizar, la de plantear una moción de confianza, que obligaría a los diputados de su grupo a apoyarla, so pena de romper en mil pedazos el Ejecutivo.
Los Gobiernos europeos poco a poco vuelven a la disciplina fiscal. Esta semana, el Ejecutivo de Berlusconi rectificó su plan de ajuste para incluir una subida del IVA, así como de los impuestos a los ricos. El de Papandreu también se encamina a un recorte adicional de funcionarios para cumplir con las exigencias de la troika comunitaria, que a principios de semana abandonó las conversaciones con Atenas, en un claro desafío por los incumplimientos de sus ajustes. El plan de privatizaciones, del que se esperaba obtener 5.000 millones antes de fin de año, está aún por acometer y parece que no llegará a alcanzar la cifra prevista.
En España, las cosas también van encontrando su cauce. Las autonomías comienzan a introducir recortes en serio y todo parece indicar que un equipo coordinado por el exsecretario de Estado Luis de Guindos y el exministro Cristóbal Montoro está trabajando ya en el programa de recortes. El mayor problema vendría porque Rajoy no lograra mayoría absoluta y tuviera que pactar con los nacionalistas vascos y catalanes, con el consiguiente retraso en la aplicación del plan.
Y entretanto, en Repsol, Antonio Brufau comienza a velar armas para echar del consejo a los mexicanos de Pemex, y Telefónica reestructura sus negocios digitales y traslada la sede a Londres, lo que enriquecerá el talento y los ingresos fiscales futuros de Reino Unido. La operación de César Alierta es audaz y acertada porque mejora la eficiencia de sus negocios y sus resultados, a la par que abre una senda que seguirán otras grandes empresas en caso de que sigamos siendo el farolillo rojo de la innovación y el empleo en Europa.
El problema es político. Si éstos dejan de lado el populismo y hacen sus deberes, la situación mejorará antes de lo que pensamos. Es hora de responsabilidad y sacrificios.