Un miembro del consejo de administración de Radiotelevisió Valenciana (RTVV) Rafael Xambó devolvió ayer, sin abrir, la caja con la blackberry que el ente público le entregó en la primera reunión del nuevo consejo.
Lo hizo por considerar un gasto superfluo que los consejeros, que se reúnen una vez al mes y cobran dietas por asistencia y kilometraje, tengan, además, teléfono a cargo de la empresa, que está en quiebra técnica.
Como suele ocurrir con estos gestos, el resto de consejeros (la mayoría, expolíticos) miró para otro lado.
