Era yo un adolescente recién caído por la Facultad de Derecho, cuando sonaba a todas horas una canción de María Jiménez titulada Se acabó .
A pesar de que debí de escucharla millares de veces -sin exagerar-, no recuerdo del todo bien la letra. Sí me viene a la mente que en ella, la cantante señalaba que había sufrido mucho, que había pasado por mil y un males, pero que aquella situación no podía continuar. Si mal no recuerdo, la razón última decía: "Ahora ya, mi mundo es otro". A situación paralela, pero mucho peor que la de aquella canción, llegó nuestra economía -y nuestro sistema político- hace tiempo.
Durante décadas, un número creciente de privilegiados arrambló con las imposiciones de las cajas; gastó presupuestos disparatados en autonomías y ayuntamientos; se nutrió -¡y cómo! - de jugosísimas subvenciones; aprovechó imaginarios agravios para llenarse los bolsillos, y ahora ya el mundo es otro.
Lo es porque el dinero se ha terminado, porque la economía ha dado un frenazo del que no sabemos cuándo saldrá y porque en Bruselas nos han tomado la medida y no están por la labor de tolerar lo que sucede al sur de los Pirineos. No sólo allí. La semana pasada en Texas, estuve leyendo una encuesta hecha por una revista especializada en relación con distintos temas de política internacional.
A la pregunta sobre cuál era el mayor peligro para la UE, la mayoría de los encuestados respondía: "España. Es demasiado grande para ser rescatada y puede disparar a Italia".
Endeudados hasta las cejas, con unas dilatadas clases parasitarias que desean seguir siéndolo, y sin perspectivas serias de crecimiento económico, tenemos que recortar gastos de la manera más drástica. La reforma constitucional -alicorta- o los anuncios de ahorro de Cospedal van en la buena dirección, pero, por desgracia, son insuficientes si no se abordan otras medidas.
El mundo en que vivimos es otro, y más vale que nos hagamos a la idea, pasando por alto los cantos de sirena de personajes que defienden el radicalismo de la izquierda más casposa mientras pasan vacaciones de lujo en Madeira o el Báltico. En otras palabras: se acabó.
César Vidal. Historiador y director del programa La Noche de Es.Radio.