HANDELSBLATT ( ALEMANIA)
Los diputados deberían comprometerse voluntariamente a introducir cuanto antes en los proyectos de presupuestos nacionales las medidas de ahorro adicionales exigidas por la Comisión Europea.
Desde el punto de vista político-financiero, ésta es una medida razonable. Sin embargo, todo esto va claramente en detrimento de la legitimidad democrática. El derecho soberano del Parlamento de aprobar el presupuesto no puede ser simplemente anulado.
Si los Parlamentos nacionales no tienen capacidad de ejercer ese derecho, entonces el Parlamento Europeo debe llenar el vacío generado. Pero carece de base legal para ello.
El Tratado de Lisboa de la Unión todavía garantiza la soberanía nacional sobre la política económica y financiera. Desviarse de los caminos trazados en el Tratado de Lisboa no puede constituir la solución. La misma zona euro debe anclar su política económica y financiera común en el Tratado; cuanto antes, mejor.