Ayer se disputaba un partido de fútbol entre las selecciones nacionales de España e Italia. El encuentro suponía una disputa entre las dos últimas campeonas del mundo del deporte rey... y también entre las dos sospechosas de ser las próximas economías intervenidas.
De manera que la disputa deportiva se trasladó al ámbito económico en poco tiempo. Las malas lenguas se apresuraron a vaticinar que la bandera que perdiera sería la primera en ser intervenida.
¿Pero no era sólo un partido amistoso?