Opinión

Hernando F. Calleja: Carta respetuosa a Alwaleed bin Talal

Mi querido y respetado Alwaleed bin Talal , es difícil que se acuerde de mí porque nunca hemos coincidido en parte alguna. Ya entenderá que su nivelazo no está ni remotamente a mi alcance. No tome como impertinencia mi carta -propuesta, sino como un sobrevenido e incontrolable ataque de patriotismo que me lleva con insólito atrevimiento a reclamar su atención.

Me he enterado por periódicos como éste de que tiene usted la intención de promover el que debe ser el edificio más alto del mundo, un kilómetro de torre allá en Jeddah.

Yo me atrevo a pedirle que medite un poco más su proyecto urbanístico que le va a suponer una inversión de 14.000 millones de euros. Creo que la idea es fantástica y que pone de relieve lo más noble del genio y la creación humana, aunque también puede ser considerado prepotente, vanidoso e irritante por los dioses, que van a sufrir esa especie de incómodo periscopio en su Olimpo.

El caso es que con esos 14.000 millones de euros que usted está dispuesto a invertir en sus ensueños inmobiliarios, en España podríamos arreglar muy a gusto el déficit imprevisto de las comunidades autónomas y, de paso, dar un empujoncito a las emisiones de deuda pública, que nos están saliendo por un pico. La cantidad que cuesta el complejo enjuga la mitad de los intereses de la deuda de este año y, encima, si Moody's y sus hermanas lo permiten, usted recuperará dentro de nada el dinero con una alta rentabilidad que hoy el sector inmobiliario no produce.

Medite, amigo (perdone, pero ya le siento como un amigo) Alwaleed , piense en la hermosa Al Andalus de sus tatarabuelos omeyas y dé la orden pertinente a sus banqueros.

PD. Un golpe de viento revoluciona las páginas del periódico, que queda abierto en una página con una foto atroz de Somalia. Alwaleed , amigo, olvide mi carta y, mejor, acuérdese de ellos.

Hernando F. Calleja. Periodista de elEconomista.

WhatsAppFacebookFacebookTwitterTwitterLinkedinLinkedinBeloudBeloudBluesky