Opinión

Fernando Cortés: El legado maldito del presidente rescatado

Resulta aventurado determinar cuál será el legado concreto por el que la historia recordará los ocho años de gestión de Zapatero. Sobre todo porque todavía quedan tres meses y medio para las elecciones y, ya se sabe, no hay situación desesperada que no sea susceptible de empeorar. O lo que es lo mismo: estábamos al borde del abismo y dimos un paso al frente.

Hay dónde elegir. Este Gobierno del PSOE es el de los casi cinco millones de parados, el déficit insoportable, la deuda pública duplicada, las comunidades autónomas arruinadas o la prima de riesgo en niveles históricos. El que dijo que no daría ni un paso atrás en política social y luego recortó las pensiones, alargó dos años la edad de jubilación y abarató el despido.

Lo peor -o puede que el origen de todos los males- fue la negación de la crisis. Aquí no pasaba nada y, por tanto, no se justificaba la adopción de medidas excepcionales. Nuestro sistema financiero, al contrario de lo que ocurría en el resto del mundo, estaba vacunado contra cualquier contingencia. Estados Unidos, Alemania, Gran Bretaña y Francia apretaban los dientes y se aplicaban a la impopular tarea de sanear sus bancos, para que asumiesen un papel fundamental en el proceso de recuperación. Y mientras, aquí, el gobernador, con el beneplácito del Ejecutivo, miraba para otro lado y silbaba el Only You, porque ayudar a una entidad financiera es muy poco de izquierdas.

Tres años después de la quiebra de Lehman, casi dos tercios de nuestras cajas de ahorros han sucumbido a la crisis, con lo que ello supone para el empleo, la actividad económica y la financiación de empresas y familias.

Ahora ya sólo hay una cosa que Zapatero tiene clara y es que no quiere pasar a la posteridad como el presidente que solicitó el rescate de España por los marines de la UE y el FMI. Porque sabe que, en ese caso, su partido no volvería a gobernar hasta dentro de dos décadas. Así que volvemos al principio: aún nos quedan tres meses y medio de pasión.

Fernando Cortés. Jefe de redacción de elEconomista.

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