Dos años después de ser aprobadas por el Consejo de Ministros, las medidas que articuló el Gobierno para amortiguar los efectos económicos del cierre de Garoña en la comarca burgalesa donde está ubicada la central nuclear sólo han conseguido crear 20 empleos.
El balance del denominado Plan Garoña que ha realizado el Colegio de Economistas de Burgos y que hoy publicamos, no sólo vuelve a constatar la improvisación del Ejecutivo socialista al decidir la clausura, sino su incapacidad y desidia para enmendar sus propios errores.
Con las principales inversiones paralizadas por la crisis, entre ellas el famoso parador, apenas ha habido avances en 16 de las 29 medidas prometidas. El plan que Zapatero se sacó de la chistera sólo ha sido otro gran fracaso.