Los analistas opinan que las medidas de la reunión del Eurogrupo eran necesarias. La discrepancia radica en si son suficientes. En eso, salvo muy pocos, todos están de acuerdo: no son suficientes.
Unos auguran nuevos rescates a Grecia; otros, que es un paso en la dirección de crear un Tesoro Público en la eurozona, algo necesario para reforzar la moneda única.
El jueves pasado, en la tertulia La Linterna, mi admirado Juan Iranzo ?ante mi pronóstico de que, tarde o temprano, será necesario un eurobono? respondía con números. Comparaba mi contertulio los costes de las diferentes deudas soberanas europeas; argumentaba que era imposible armonizarlos.
Los alemanes, decía, no estarán dispuestos a financiarse a costes superiores, era su razón económica. Yo contra-argumentaba con la razón política. La UE es la Europa de los Políticos. Los padres de la actual Unión fueron Adenauer, Schuman y De Gasperi, políticos católicos y democristianos, no es casualidad.
Ahí está la razón histórica. La experiencia de los últimos siglos de convivencia en Europa ?y, en particular, de la primera mitad del XX? ha sido nefasta. Nefasta humanamente y carísima en términos económicos. Los alemanes, que se dicen hartos de pagar la mala administración periférica, deberían comparar esta historia con la etapa de prosperidad en la segunda mitad del siglo pasado y lo que va del presente: disponen de un mercado de 400 millones de consumidores dentro de la Unión Europea, y el euro, una moneda más débil que el marco, les da ventaja competitiva en el resto del mundo.
Por contra, a las economías periféricas tampoco les ha ido mal, pero deben comprender que gozar del euro requiere responsabilidad fiscal. Merkel se declara ya europeísta, el eje franco-alemán vuelve a responder. La caída del euro sería un paso atrás.
Sin embargo, para que éste sobreviva es necesaria más Europa. Una Europa con un Ministerio de Hacienda para la eurozona, aunque se llame Fondo de Rescate o Fondo Monetario Europeo. Los eurobonos serán una consecuencia de la cesión de soberanía que todos hagamos al común. Una consecuencia inevitable de más Europa.
J. R. Pin Arboledas. Profesor del IESE, Titular de la Cátedra de Gobierno y Liderazgo en la Administración Pública.