NEUE ZÜRCHER ZEITUNG (SUIZA)
Está claro que en el sector privado ha habido y habrá cláusulas de exclusividad que funcionan bajo el conocido lema de que lo que es bueno para General Motors también resulta bueno para Estados Unidos, que violan el libre comercio internacional.
Pero la manera en que el gigante asiático compra materia prima, fuentes de energía y tierras cultivables con medios estatales recuerda a la época colonial.
Naturalmente, es comprensible que la potencia industrial china se afiance, sin embargo, también tenemos que pensar en lo que significa para el futuro del comercio que un monopolio estatal extraiga al comercio internacional cada vez más mercancías básicas del libre cambio.