La presidenta de Castilla-La Mancha afirmó hace unos días que el déficit que ha encontrado en la comunidad es superior al 4 por ciento y que va a tener serias dificultades de tesorería.
Ante estas declaraciones de Cospedal, Salgado le pidió que no diese pie al alarmismo. Pero ahora el portavoz del Gobierno autonómico ha declarado que hay unos 1.700 millones en facturas sin pagar, algo que incluso reconoce el anterior presidente, Barreda, quien sostiene que muchas son de los últimos meses.
Sin embargo, Cospedal contesta que una buena parte tiene al menos un año. Se trata de unas cantidades no tan importantes con respecto al tamaño del país, pero que trasladan una imagen delicada.
Salgado tendrá ahora que buscar remedios para una situación que alimentó ella.