El Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria, el Frob, colocó ayer menos deuda de la esperada y a un interés más caro. Captó 1.750 millones de los 3.000 previstos y pagó un 5,52 por ciento.
La gente no se fía de España y mucho menos de unos títulos destinados a financiar al sistema financiero patrio, aunque cuenten con aval del Estado.
Por un lado, la campaña de imagen ya evidente del Gobierno contra la banca podría estar agudizando los problemas del sector, pues levantan el fantasma de medidas populistas contra las entidades.
De otro lado, se esperan los resultados de los test de estrés. Para recuperar la credibilidad perdida, éstos van a poner mucha presión sobre la banca española, la más afectada por la duda. No hemos hecho los deberes a tiempo y ahora lo pagamos caro.
