COULISSES DE BRUXELLES (FRANCIA)
En tanto la crisis política de la Unión Europea, que amenaza su existencia, no encuentre una respuesta, la crisis financiera europea seguirá corroyéndola y desestabilizándola.
En el corazón de esa crisis política existe la certeza de que el euro (y con él, la Unión Europea entera) no sobrevivirá si no se produce una unión política.
O bien se quiere conservar el euro, y entonces se debe emprender el camino hacia la unión política lo más rápido posible, o bien la moneda única y la integración europea involucionarán, queramos o no.
Europa perdería entonces prácticamente todo lo que ha logrado en materia de integración a lo largo de medio siglo y retrocedería a una Europa de la renacionalización.
A la luz del nuevo orden mundial que se está conformando, eso constituiría nada menos que una tragedia para todos nosotros, los ciudadanos europeos.