Tapada por los estrenos bursátiles de Bankia y Banca Cívica, hay otra operación importante para el sector financiero que pasa desapercibida: la entrada de un grupo de empresarios gallegos liderado por José María Castellano en la fusión de las cajas de la región.
En un principio lastrada por el empeño de Feijóo en mantener su identidad territorial, Novacaixagalicia parecía lista para naufragar al carecer del tamaño y diversificación, en especial tras el decreto que le exigía mayores requisitos de capital.
Pero al final ha encontrado una iniciativa privada con la que asegurar el carácter gallego. El perfil y trayectoria de sus nuevos inversores garantiza la profesionalización, y su buena relación con los fondos podría atraer el dinero suficiente incluso para recapitalizar por completo la entidad.