Las bolsas celebraron ayer con un rebote que los griegos diesen el respaldo definitivo al plan de ajuste y que los bancos alemanes acepten la propuesta francesa de contribuir al rescate heleno.
El problema de fondo no se resuelve porque Atenas seguirá endeudándose al tiempo que recibirá menos fondos y la banca podrá cambiar sus bonos griegos por otros triple A. Pero al menos se da más tiempo para avanzar en las soluciones.
Y a eso se añadió un buen dato de manufacturas en EEUU. Los parqués occidentales llevan registros positivos en el año a la espera de que se dilucide qué sucede con la economía norteamericana y la crisis soberana en Europa.
Hay liquidez esperando a entrar en compañías a buenos precios. Pero las soluciones, siempre dolorosas, se posponen.