No les voy a contar mis impresiones del viaje que realicé hace una semana a EEUU porque aborrezco deprimir al prójimo. Baste señalar que la idea que al otro lado del Atlántico se tiene de nuestra situación es bastante ajustada y su pronóstico no es halagüeño.
No me sorprende porque, en ocasiones, me asalta la impresión de que buena parte del pueblo español tiene como objetivo básico que nos expulsen del euro .
Viendo a los 30.000 indignantes que marcharon sobre el Congreso el pasado domingo, y excluyendo a los que creen que esto es el inicio de un despertar cósmico en el que participarán los extraterrestres, las conclusiones a las que se llegan eran claras.
Primera, como indicaba el cartel de la convocatoria, la crisis y el capital son una y la misma cosa. Se veía venir, porque una de las que solicitó el permiso es aliada antigua de Batasuna-ETA y ya se descolgó hace años diciendo que la única salida que tiene el planeta es destruir a su enemigo: el capitalismo. Segunda, como gritaban los indignantes, "se va a acabar la paz social" y "huelga general", dos de los disparates más adecuados para alejar a los pocos inversores que aún osen pasar por España.
Tercera, nada de tocar el rígido mercado de trabajo -"conquista social" de los sindicatos de Franco, como todos saben-, con lo que podemos mantener nuestro avanzado ritmo de destrucción de empleo.
Condenados por el sistema autonómico
Cuarta, oídos sordos al FMI o a la UE, no sea que salvemos a la nación de la quiebra como pasó con el Plan de Estabilización de 1959. Quinta, mantengamos silencio sobre el sistema autonómico. Sexta, creemos la sensación de que cuatro pelagatos haciendo ruido en la calle pueden torcer la voluntad a un Gobierno.
El resultado será rápido e indiscutible. Con una deuda como la de Castilla-La Mancha, superior a la griega, o como la de Cataluña, mayor que la lusa, bastará con que arrojen a los helenos del euro para que España sea la siguiente. Entonces, ¡qué bien lo pasarán las generaciones venideras pagando una deuda de miles de millones de euros en zapateros! El entretenimiento les puede durar hasta bien entrado el siglo XXII.
César Vidal. Historiador y director del programa La noche de Es.Radio.