El popular José Antonio Monago no presidirá Extremadura sin la abstención de Izquierda Unida. Y para lograr ésta no tiene reparos en contrariar los principios que el PP defiende en el resto de España.
Así, a contracorriente, ha pedido a Rajoy su aprobación para subir el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones e intentar recuperar el de Patrimonio en la región extremeña. Lo más flagrante de todo este despropósito es que el presidente del PP ha dado su visto bueno a esta propuesta contra natura.
El Partido Popular lucha por sumar gobiernos autonómicos allá donde pueda haber cancha. Es una lógica estrategia política, pero que no procede a según qué precio. Desde luego, no al de sacrificar los postulados del partido en favor de los de IU. Si sigue por esta vía, Rajoy se equivoca de camino.