Ya resulta habitual el uso del móvil inteligente o la tableta para distraerse en medio de las reuniones y los congresos, quizá aprovechando para una consulta en Internet, mirar el correo o seguir Twitter.
Pero ahora se añade otro fenómeno bastante más inaudito. En más de una ocasión, justo mientras se desarrollaba una ponencia o un encuentro entre ejecutivos, algunos han sido sorprendidos jugando uno contra otro... en línea.
El problema de estos videojuegos es que a los adictos les cuesta bastante disimularlo e, incluso, hay a quien se le ha escapado un "¡toma!" en el momento más inoportuno.