Los últimos 30 años han sido clave para el desarrollo de nuestro país. Un desarrollo que, como no podía ser de otra forma en un Estado solidario, ha repercutido en la evolución de la cooperación española.
En la actualidad, ésta gestiona un importante volumen económico, de alrededor de un 0,4% de la Renta Nacional Bruta, es decir, 4.233 millones de euros en 2011. Una cooperación que maneja semejantes cifras debe transformarse de verdad en una plataforma de desarrollo social estable y duradero que ayude a la erradicación de la pobreza y la generación de empleo, entre otros aspectos.
En estos campos, la Ingeniería tiene un papel relevante, pues determina la sostenibilidad de cualquier sociedad y es un elemento catalizador del desarrollo de las infraestructuras de un país, fundamentales para supervivencia de éste.
El aporte de la Ingeniería podría rentabilizar el gasto actual en cooperación, optimizando las inversiones, garantizando su perdurabilidad, reduciendo los gastos de mantenimiento de la obra ejecutada, disminuyendo el impacto ambiental del proceso constructivo e incrementando el intercambio de conocimiento.
Cooperación indispensable
El empleo de recursos públicos exige una responsabilidad en las inversiones y en el empleo de éstas, más aún en tiempos como los que vivimos. Y por eso la relación entre el sector de la Ingeniería y la cooperación española no sólo debe ser necesaria, sino indispensable.
El tipo de proyectos que con éxito indudable se llevan a cabo a través de la AECID (Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo) podrían encontrar mayor proyección a través de contratos de servicios (de consultoría e ingeniería) en los que exigir resultados cualitativos y cuantitativos controlados desde el origen, donde además se puede aprovechar todo el potencial de ambas partes.
En concreto, la Ingeniería aporta elementos fundamentales que potencian el buen desarrollo y la sostenibilidad de los proyectos, ya que está presente en los países donde se aplican las ayudas, fomenta el intercambio de conocimientos entre los sectores privados de estos países y analiza profesionalmente la sostenibilidad de los proyectos planteados al conocer en profundidad la realidad socioeconómica de los beneficiarios finales.
Rol clave
Hasta la fecha, la agencia española ha centrado sus esfuerzos en actividades de administración, pero, a causa probablemente de la escasez de recursos, ha tenido ciertas limitaciones en su capacidad de planificación y gestión y, en estas tareas, el sector de la Ingeniería y Consultoría española puede desempeñar un importante papel de colaboración.
Desde Tecniberia estamos dispuestos a impulsar y ejecutar acciones que sensibilicen y eduquen a nuestras empresas en cuestiones de Cooperación. Sólo de esta forma -promoviendo la colaboración entre la Administración, las ONG y las empresas de ingeniería en un contexto de complementariedad y hallazgo de importantes sinergias- lograremos impulsar una estrategia eficiente en materia de Cooperación y Ayuda al Desarrollo.
Pedro Canalejo. Presidente de Asicma y vicepresidente primero de Tecniberia.