Bankia se atreve a salir a bolsa el 13 de julio. No se arredra ni ante la adversidad de una prima de riesgo rondando los 260 puntos ni ante un pinchazo colocador de tan emblemático cuño como el del Santander.
El desembarco en el parqué del SIP que preside Rato suena a normalidad y rebajará la preocupación sobre el devenir y la solidez de nuestro sistema financiero. No en vano se trata de la caja más relevante en razón de su volumen y su camino es crucial para el resto.
A este halo de confianza contribuye la solución gallega a NCG Bank, en la que entra el curtido empresario José María Castellano.
Ambas operaciones lanzan un mensaje positivo y despejarían las dudas sobre el interminable proceso de reestructuración de las cajas, que ya dura demasiado.