Las peticiones de desempleo marcan el ritmo de la bolsa, más incluso que la flexibilización cuantitativa (QE2). Tal como muestra el gráfico, a medida que las peticiones disminuyen, aumentan las compras en el S&P. Del mismo modo que cuando el paro aumenta, el mercado retrocede. Según las previsiones de empleo, el selectivo seguirá avanzando.