Si las revueltas en el norte de África se ocuparon de la subida del petróleo, los malos datos macroeconómicos de mayo de EEUU se hacen cargo de su caída. La coyuntura no mejora al otro lado del Atlántico, donde la tasa de paro está en el 9 por ciento, lo que vaticina un menor consumo de oro negro. Por ello, su precio cae: ya está en los 114,5 dólares.