Si es que, bien mirado, los votos tienen mucho más que ver con la suerte de lo que parece. Y si no, que se lo digan al PNV, que ayer vio cómo se le esfumaba la alcaldía de la localidad alavesa de Naváridas y se la quedaba el PP.
El caso es que en este municipio donde las formaciones concurrieron con listas abiertas, los recursos por el recuento de votos (inicialmente ganó en las urnas el PNV) y su nueva contabilización dejaron a tres candidatos empatados.
La Junta Electoral, con la ley en la mano, ordenó un sorteo. Ganador: el PP.