AFTONBLADET (SUECIA)
Alemania es la cuarta nación industrializada del mundo, la mayor economía de Europa y ahora se ha decidido a tomar la delantera. La decisión de la canciller Angela Merkel de cerrar las centrales nucleares trae consigo un impulso sin parangón a las energías renovables y a la eficiencia energética. El cambio requiere inversiones masivas y llevará, no obstante, a un incremento en el precio de la electricidad. La eficiencia energética resulta, por lo tanto, particularmente importante. Los estudios muestran que Alemania puede reducir sus costes de energía de un 10 por ciento a un 20 por ciento a través de un aumento de la eficiencia. En las últimas épocas, el país había esperado a menudo y se había mostrado reacio a tomar el papel de liderazgo que Europa esperaba de su actor más potente. Pero es justo lo que está haciendo ahora en la cuestión energética.
