El PP quiere aflorar la verdadera magnitud de los desequilibrios autonómicos. Entiende que pasado el 22-M puede repetirse el caso de Cataluña, donde tras el cambio de Gobierno se desveló un estado de las cuentas públicas mucho peor de lo que se conocía. Así, la secretaria general popular, María Dolores de Cospedal, indicó ayer en el Ágora de elEconomista que actuará en esta línea si gana en Castilla-La Mancha, la autonomía con mayor déficit.
Se compromete a lanzar un plan de austeridad en los primeros 15 días, que incluirá auditorías y una oficina de vigilancia. La propuesta popular es un acierto. Hay que destapar los agujeros autonómicos y embridar los despilfarros. Ello libera recursos para el resto, aminora las cargas que soporta nuestra economía y reduce el coste del crédito para todos.