Esperemos que el flamante presidente de la Academia del Cine, Enrique González Macho, gestione mejor ese organismo que los Cines Renoir de Bilbao, recientemente cerrados tras ser anegados por las deudas.
El sustituto de De la Iglesia fue su último gerente y no pudo impedir su declive. Ahora unos empresarios chinos tratan de rehabilitar ese espacio para abrir un centro comercial.
Desde luego, suponemos que su nombramiento no es un plemio a su gestión de las salas bilbaínas. ¿Aplendelá la lección?