IL SOLE 24 ORE (ITALIA)
Se refuerza la candidatura de Mario Draghi a la presidencia del BCE, a dos meses para la elección del sucesor de Trichet. En Alemania, país del que depende en gran medida la decisión final, se multiplican las señales de apoyo. Merkel no ha anunciado aún su opción, pero según el periódico Handelsblatt, el ministro de Hacienda apoya al gobernador del Banco de Italia. Draghi se ha convertido en el favorito al BCE tras la renuncia de Axel Weber, quien ha dimitido su cargo de presidente del Bundesbank.
En Berlín, se observa que la cuestión de la presidencia del BCE tiene reflejos de política interior, por lo que la determinación final dependerá de Merkel. Es como decir que la decisión tendrá en cuenta también los equilibrios alemanes. La señal es, al mismo tiempo, una indicación a los socios europeos y un ballon d'essai para tomar el pulso a la opinión pública. En el Gobierno democristiano-liberal no falta quien aprecia al gobernador del Banco de Italia y quien observa que para un banquero central italiano podría ser más fácil que para otros realizar obra de pedagogía en los países periféricos, plantando en Atenas o en Lisboa la semilla de la cultura de la estabilidad. Al mismo tiempo, la clase política debe tener en cuenta la opinión de una Alemania profunda, convencida de que un italiano al frente del BCE sería sinónimo de inflación e inestabilidad.