La casa de apuestas en Internet Bwin ingresa netos en España unos 25 millones. Sin embargo, tan sólo declara 145.000 euros de beneficio y, por tanto, apenas abona unos 45.000 euros.
Esta compañía se aprovecha de que tiene su sede en un paraíso fiscal como Gibraltar para evitar el pago de impuestos.
No se trata únicamente de un problema de competencia desleal respecto a otras casas de juego, sino que también hay un caso, cuando menos, de alegalidad. La empresa argumenta que su actividad no está regulada, pero eso no debe convertirse en una excusa para evitar el pago a Hacienda. Semejante situación debe regularizarse lo antes posible.
Se antoja un mal precedente que haya privilegiados justo cuando es necesario atajar una creciente economía sumergida.