Piensa uno ingenuamente que hay atrocidades que no puede cometer la casta política que padecemos, y la realidad es que siempre se les acaba ocurriendo algo a sus miembros para sacarnos de tal error. La última -de antología- procede de Mariano Rajoy.
Mucho propalan los corifeos del PP -alguno tan cretino como para insistir en que Rajoy tiene un dominio magistral de los tiempos, como si fuera el dios Cronos- que las encuestas anuncian su mayoría absoluta, pero esta semana Rajoy decidió que en su agenda había lugar para darse un garbeo por Cataluña.
No vaya a creer nadie que advirtió de que determinadas situaciones -por ejemplo, el expolio continuado de España por los nacionalistas catalanes o la persecución del español- no pueden perdurar. ¡Quiá! Don Mariano fue a congraciarse con el mismísimo sector político que no sólo ha arruinado a Cataluña, sino que, además, constituye una amenaza para el orden constitucional y el bienestar del resto de España desde hace décadas. Y lo grave no es que intentara conseguir la aquiescencia de una gente que en teoría no va a necesitar para gobernar, sino que, además, haya pretendido hacerlo con el dinero de todos.
Rajoy, sacando pecho, le ha dicho a ZP que tiene que mandar más dinero a Cataluña. Murcia, Valencia y Almería se quedaron sin agua gracias a los nacionalistas catalanes; y Madrid suspira por unas infraestructuras necesarias que no impulsa ZP desde hace siete años mientras el 10 por ciento del PIB madrileño va a Cataluña y Rajoy no tiene mejor ocurrencia que la de pretender que nos vacíen más los bolsillos para tareas tan necesarias como la de construir un Casal de Cataluña en la península del Yucatán o la de abrir más embajadas catalanas en el extranjero.
Me dicen que Rajoy no sabe si podrá estar en la manifestación de las víctimas del terrorismo del sábado por problemas de agenda. Lo que son las cosas.
A estas alturas, estoy prácticamente convencido de que el día de las elecciones generales la agenda me impedirá votar a un personaje llamado Mariano Rajoy.
César Vidal. Historiador y director del programa La Noche de Es Radio.