Ya nadie puede negar que los móviles son imprescindibles. Tanto, que en muchas ocasiones son más protagonistas que los personajes mismos.
Hace unas semanas fue nuestro monarca quien protagonizó la anécdota cuando su teléfono sonó al son de la risa de uno de sus nietos.
El viernes pasado, fue Lorenzo Amor, presidente de ATA, quien no se separó de su teléfono. Y es que esperaba una llamada importante que añadiría un nacimiento más a su paternidad.
Falsa alarma, pero al menos gracias al teléfono pudo acudir al encuentro sin perder un ápice de seguimiento a su familia. ¡Maravillosa tecnología!