La anunciada ruptura de Banco Base se ha producido. Cajastur, Caja Cantabria y Caja Extremadura se desvinculan del proyecto y buscarán la forma de caminar ellas tres juntas. Sin embargo, la CAM se queda sola y lista para la intervención del Banco de España, a menos que los movimientos y contactos iniciados por el supervisor encuentren a alguien dispuesto a cargar con este muerto. La entidad tiene menos de un mes para evitar el camino que ya han transitado CCM y CajaSur.
De darse este supuesto, otra vez se harían las inspecciones precisas y como ha sucedido en los dos casos anteriores, podría destaparse un agujero bastante mayor del admitido. Las reverberaciones de esta caída pueden llegar bastante lejos, porque desde luego no queda nada bien que se tomen unas medidas para solucionar los problemas del sistema financiero... y a los pocos días haya que intervenir. Justo cuando además Irlanda tiene que volver a mendigar dinero para soportar a sus bancos. Seguimos abordando la cuestión a cuentagotas cuando se podía haber afrontado de una vez. El presidente de la AEB lo explicó muy bien ayer: cuidado con estar alimentando con ayudas públicas un sistema de entidades zombi. Si algo caracteriza a estos seres es que son muy voraces y no vamos a ser capaces de revivirlos a fuerza de talonario. Sin embargo, por evitar el pánico, el banco central les concede una y otra ronda de dinero, sin profesionalizarlas, sin despolitizarlas y sin desregionalizarlas. Y a ver si alguna vez pueden devolver las ayudas. Tan sólo habrán metabolizado la deuda privada para convertirla en pública.
La anunciada ruptura de Banco Base se ha producido. Cajastur, Caja Cantabria y Caja Extremadura se desvinculan del proyecto y buscarán la forma de caminar ellas tres juntas. Sin embargo, la CAM se queda sola y lista para la intervención del Banco de España, a menos que los movimientos y contactos iniciados por el supervisor encuentren a alguien dispuesto a cargar con este muerto. La entidad tiene menos de un mes para evitar el camino que ya han transitado CCM y CajaSur. De darse este supuesto, otra vez se harían las inspecciones precisas y como ha sucedido en los dos casos anteriores, podría destaparse un agujero bastante mayor del admitido. Las reverberaciones de esta caída pueden llegar bastante lejos, porque desde luego no queda nada bien que se tomen unas medidas para solucionar los problemas del sistema financiero... y a los pocos días haya que intervenir. Justo cuando además Irlanda tiene que volver a mendigar dinero para soportar a sus bancos. Seguimos abordando la cuestión a cuentagotas cuando se podía haber afrontado de una vez. El presidente de la AEB lo explicó muy bien ayer: cuidado con estar alimentando con ayudas públicas un sistema de entidades zombi. Si algo caracteriza a estos seres es que son muy voraces y no vamos a ser capaces de revivirlos a fuerza de talonario. Sin embargo, por evitar el pánico, el banco central les concede una y otra ronda de dinero, sin profesionalizarlas, sin despolitizarlas y sin desregionalizarlas. Y a ver si alguna vez pueden devolver las ayudas. Tan sólo habrán metabolizado la deuda privada para convertirla en pública.
La anunciada ruptura de Banco Base se ha producido. Cajastur, Caja Cantabria y Caja Extremadura se desvinculan del proyecto y buscarán la forma de caminar ellas tres juntas. Sin embargo, la CAM se queda sola y lista para la intervención del Banco de España, a menos que los movimientos y contactos iniciados por el supervisor encuentren a alguien dispuesto a tragarse este zombi. La entidad tiene menos de un mes para evitar el camino que ya han transitado CCM y CajaSur. De darse este supuesto, otra vez se harían las inspecciones precisas y como ha sucedido en los dos casos anteriores, podría destaparse un agujero bastante mayor del admitido. Las reverberaciones de esta caída pueden llegar bastante lejos, porque desde luego no queda nada bien que se tomen unas medidas para solucionar los problemas del sistema financiero... y a los pocos días haya que intervenir. Justo cuando además Irlanda tiene que volver a mendigar dinero para soportar a sus bancos. Seguimos abordando la cuestión a cuentagotas cuando se podía haber afrontado de una vez. El presidente de la AEB lo explicó muy bien ayer: cuidado con estar alimentando con ayudas públicas un sistema de entidades zombi. Si algo caracteriza a estos seres es que son muy voraces y no vamos a ser capaces de revivirlos a fuerza de talonario. Sin embargo, por miedo, el banco central les concede una y otra ronda de dinero, sin profesionalizarlas, sin despolitizarlas y sin desregionalizarlas. Y a ver si alguna vez pueden devolver las ayudas. Tan sólo habrán metabolizado la deuda privada para convertirla en pública.