La unión de Banco Base camina hacia el precipicio. Hoy se espera que tanto las asambleas de Cajastur como las de Caja Cantabria y Caja Extremadura rechacen la fusión después de haber afirmado que la CAM tenía mayores necesidades de capital y haber pedido el doble de la cantidad estimada al Frob, 2.800 millones.
Una cifra que convertiría al Estado en el socio mayoritario y dejaría a las actuales cúpulas directivas en minoría. Ante semejante dote, los novios huyen y dejan en el altar al Banco de España buscando a la desesperada otro novio para la CAM. El presidente de la asturiana, Manuel Menéndez, quien presumía de haberle enseñado al supervisor la vía de las fusiones indirectas y pretendía convertirse en el capitán de la quinta entidad española, ahora ve que estaba abarcando demasiado. Le salió bien la operación de CCM, que le dejaron saneada y con pérdidas cubiertas por 2.500 millones. Pero esta vez no había para repetir la jugada. La ruptura subraya los problemas de liderazgo en los SIP, donde continuaran las tensiones regionales, y deja en evidencia al supervisor. En su empeño por defender que tenemos el sistema financiero más robusto, el Banco de España ha evitado calificar a la CAM de inviable. ¿Acaso ha ocultado su estado para intentar colocarla? Con el objeto de que nada caiga, todo es declarado solvente, pero hay varias entidades que ni cuentan con el tamaño suficiente ni están dispuestas a rebajar precios para que entren los inversores. Ésta es la receta para mayores desastres. El Banco de España tiene al primer SIP fracasado en sus manos, justo lo que podría sembrar la duda sobre otras alianzas.
La unión de Banco Base camina hacia el precipicio. Hoy se espera que tanto las asambleas de Cajastur como las de Caja Cantabria y Caja Extremadura rechacen la fusión después de haber afirmado que la CAM tenía mayores necesidades de capital y haber pedido el doble de la cantidad estimada al Frob, 2.800 millones. Una cifra que convertiría al Estado en el socio mayoritario y dejaría a las actuales cúpulas directivas en minoría. Ante semejante dote, los novios huyen y dejan en el altar al Banco de España buscando a la desesperada otro novio para la CAM. El presidente de la asturiana, Manuel Menéndez, quien presumía de haberle enseñado al supervisor la vía de las fusiones indirectas y pretendía convertirse en el capitán de la quinta entidad española, ahora ve que estaba abarcando demasiado. Le salió bien la operación de CCM, que le dejaron saneada y con pérdidas cubiertas por 2.500 millones. Pero esta vez no había para repetir la jugada. La ruptura subraya los problemas de liderazgo en los SIP, donde continuaran las tensiones regionales, y deja en evidencia al supervisor. En su empeño por defender que tenemos el sistema financiero más robusto, el Banco de España ha evitado calificar a la CAM de inviable. ¿Acaso ha ocultado su estado para intentar colocarla? Con el objeto de que nada caiga, todo es declarado solvente, pero hay varias entidades que ni cuentan con el tamaño suficiente ni están dispuestas a rebajar precios para que entren los inversores. Ésta es la receta para mayores desastres. El Banco de España tiene al primer SIP fracasado en sus manos, justo lo que podría sembrar la duda sobre otras alianzas.
La unión de Banco Base camina hacia el precipicio. Hoy se espera que tanto las asambleas de Cajastur como las de Caja Cantabria y Caja Extremadura rechacen la fusión después de haber afirmado que la CAM tenía mayores necesidades de capital y haber pedido el doble de la cantidad estimada al Frob, 2.800 millones. Una cifra que convertiría al Estado en el socio mayoritario y dejaría a las actuales cúpulas directivas en minoría. Ante semejante dote, los novios huyen y dejan en el altar al Banco de España buscando a la desesperada otro novio para la CAM. El presidente de la asturiana, Manuel Menéndez, quien presumía de haberle enseñado al supervisor la vía de las fusiones indirectas y pretendía convertirse en el capitán de la quinta entidad española, ahora ve que estaba abarcando demasiado. Le salió bien la operación de CCM, que le dejaron saneada y con pérdidas cubiertas por 2.500 millones. Pero esta vez no había para repetir la jugada. La ruptura subraya los problemas de liderazgo en los SIP, donde continuaran las tensiones regionales, y deja en evidencia al supervisor. En su empeño por defender que tenemos el sistema financiero más robusto, el Banco de España ha evitado calificar a la CAM de inviable. ¿Acaso ha ocultado su estado para intentar colocarla? Con el objeto de que nada caiga, todo es declarado solvente, pero hay varias entidades que ni cuentan con el tamaño suficiente ni están dispuestas a rebajar precios para que entren los inversores. Ésta es la receta para mayores desastres. El Banco de España tiene al primer SIP fracasado en sus manos, justo lo que podría sembrar la duda sobre otras alianzas.