JORNAL DE NEGÓCIOS (PORTUGAL)
Es posible que el excedente de la balanza de pagos de China se convierta en déficit antes de que acabe la década, a medida que el país vaya importando más de lo que exporte y gaste sus ingresos por inversiones en el extranjero en importaciones y no en títulos extranjeros.
En ese caso, el gigante asiático dejaría de ser un comprador neto de deuda estadounidense y de otros países, lo que presionaría al alza las tasas de interés en esos países.
Aunque este panorama parezca en la actualidad poco plausible, es muy probable que, en efecto, termine por producirse. Después de todo, la política que China pondrá en marcha en los próximos años tiene por objetivo una importante cuota de ahorro, el motivo de su elevado superávit en la balanza de pagos.
Un superávit inferior y un yuan más fuerte significan que llegará el día en el que China deje de ser comprador neto de deuda pública estadounidense. Estados Unidos debería ir empezando a prepararse para cuando llegue ese momento.