El recorte del salario de los funcionarios no ha logrado los ahorros anunciados de 2.300 millones. Éstos se han quedado en 1.126 millones, en parte por el aumento de personal, y eso que la oferta de empleo público se había reducido.
Además, se aumentaron los incentivos al rendimiento o los complementos a la productividad. Los principales responsables de que, pese a la crisis, siga elevándose el número de contratos son los ayuntamientos y, sobre todo, las autonomías.
Este hecho subraya la falta de control que tiene el Estado central sobre el resto de la Administración y augura mayores problemas una vez se revisen sus cuentas.
De este modo, el sector público ha sido el único que ha logrado generar nuevos puestos de trabajo que compensen la brutal caída en la construcción. Malo.
