Pese a que todas las cajas de ahorros se afanan por limitar la participación que tome el Estado, lo más probable es que la mayor parte de los SIP constituidos terminen con el Frob convertido en su primer accionista al hacerse aproximadamente con un 30 por ciento de su capital.
Justo cuando Reino Unido logra salir de los problemas que le ha ocasionado su sistema financiero, nosotros vamos a entrar en varias entidades con porcentajes mayoritarios.
Sin embargo, esto se va a hacer sin exigir responsabilidades a los administradores, que encima disfrutarán de un margen muy amplio para buscar un socio que compre más adelante la parte adquirida por el Estado.
Así podrán perpetuarse al frente. El sector público se adentra en el sector bancario de una forma muy peligrosa.