La tijera de Artur Mas tampoco se arredra ante las tradiciones.
Aunque los presupuestos catalanes aún no son públicos, ayer el president, en el transcurso de una comida con directivos, anunció que ha decidido suprimir la tradicional recepción del día de Sant Jordi, patrón de Cataluña.
El gasto del evento fue el año pasado de 70.000 euros, pero Mas cree considera que hay que dar ejemplo.