LES ECHOS (FRANCIA)
La reciente sentencia que ha dictado la Justicia de Alemania contra Deutsche Bank modifica la situación de partida en un asunto extremadamente delicado de los préstamos y los productos financieros que las entidades bancarias vendieron a numerosas pequeñas y medianas empresas y municipios europeos.
Todavía es pronto para prever las consecuencias financieras que tendrá la sentencia para otros bancos afectados.
Sobre todo porque algunos jueces ya han reconocido en casos similares que sus posiciones son jurídicamente impugnables.
Pero una cosa sí que es segura: la decisión no favorece en absoluto la reputación de las entidades bancarias.