HANDELSBLATT (ALEMANIA)
En el mundo, existen dos tipos de dictaduras: las estables y las inestables.
Regímenes autoritarios como China , que se mantienen a flote con un gran crecimiento económico del que llega mucho a la población; y dictaduras como la egipcia, que sólo viven de la venta de petróleo, de la ayuda militar del extranjero y del turismo, lo que acaba por no ser suficiente para la mayoría.
El gigante asiático va viento en popa. Grosso modo, los ciudadanos continúan teniendo la sensación de que su vida va, cada vez, a mejor. Pero no sólo su vida, sino también su país, que ahora está convirtiéndose en una potencia mundial. Eso los diferencia mucho de los egipcios, los yemeníes o los libios.
En la actualidad, la gran mayoría de aquéllos tiene algo mucho mejor que hacer que salir a las calles en masa. No les importa que nosotros, los occidentales, deseemos otra cosa, pues ya actúan por su propia voluntad.
En todo momento, ellos pueden decidir otra cosa, algo que, por otra parte, saben también los líderes del país asiático.