La nueva legislación para el sector financiero ha conseguido que las cajas empiecen a plantearse la venta de activos con beneficios.
Tanto el SIP de Caja Madrid como NovaCaixaGalicia ponen a la venta oficinas rentables -por supuesto no las mejores- que ahora se solapan fruto de las fusiones.
Los gallegos no habían logrado desprenderse de 300 oficinas con escasa actividad. Así que no hay más remedio que desprenderse de partes más valiosas. Esto podría suponer un paso en la reestructuración del sector.
En un primer momento, esta venta les permitirá recortar costes y lograr liquidez. Sin embargo, parece más difícil que la recapitalización sea cuantiosa, puesto que para ello tendrán que obtener importantes plusvalías de la operación, algo difícil en el mercado actual.