
Potente recaída con Libia y el crudo como excusas perfectas para evitar la victoria alcista sobre las últimas resistencias, que ahora sí me impresionan y nos piden una especial atención.
No puede decirse de 2011, a diferencia de 2010, que se esté comportando con gran nobleza. La acostumbrada violencia del mercado no está teniendo en sus extremos esas velas que son óptimas para empezar a reconsiderar la situación tendencial.
La semana pasada el mercado debería haber dejado algún tipo de patrón que reforzase las dudas que vengo confesándole desde principios de 2011 en términos de volatilidad, sentimiento, recuentos de onda, divergencias, resultados, inflación y demás elementos que pueden hablarnos del mercado. Pero no fue así. El Ibex, el Dow Jones, y el EuroStoxx 50 terminaron la semana anterior marcando nuevos máximos anuales; aunque sin romper las últimas resistencias; único elemento junto al rebote de los bonos que me evitó un titular eufórico. Ha sido tan "traidor" el mercado esta vez que se permitió liquidar la impresionante divergencia que había venido manteniendo durante semanas la relación Dow Jones Industrial versus Dow Jones Transportes.
Si al menos la semana hubiese empezado con un hueco alcista que pudiera habernos señalado agotamiento, preludiando velas semanales negativas, podría estar menos cabreado con el mercado de lo que lo estoy. Pero ni por ahí, pues las velas semanales son cualquier cosa menos concluyentes, y el potente hueco semanal dejado por Wall Street es cualquier cosa menos algo de intenciones intachables considerando que se produjo porque allí celebraron el President´s Day para empezar la semana. Vamos, que me he tenido que tragar bien la corrección pese a tener la mosca detrás de la oreja...
Vuelvo a mostrarle las importantes resistencias que marcan el tiempo de la tendencia. Y ahora debo decir que sí me impresionan porque el rechazo es claro aunque éstas no sean las formas más deseables.
Afortunadamente hemos tenido un importate rebote el viernes, una vez alcanzados los primeros soportes, tal y como puede verse en los diferentes gráficos que adjunta la tribuna, y con ello podemos abrir el escenario del llamado rebote del gato muerto.
Niveles ya definidos
Lo que me preocupa del mercado es, sobre todo, la zona técnica desde la que recaemos, aunque debo confesar que cabe tanto que lo de ayer sea el rebote del gato muerto como el arranque de otro movimiento en tendencia desde las primeras zonas de contención alcista; encarnadas en el nivel de los 9.500/9.600 puntos del Ibex 35, primer soporte horizontal, o en los 2.920/2.930 puntos del EuroStoxx 50 -bajo el cual, como pasa con el Ibex 35, tendríamos confirmación de pequeños patrones de cabeza y hombros (hch?) en zona de gran resistencia a medio y largo plazo- o en las diferentes directriz alcistas de corto-medio plazo de un mercado norteamericano al que hace tiempo que se le pueden suponer cinco subondas alcistas desde mínimos de 2010. Y usted sabe lo muy bien que nos han venido esos recuentos de onda para anticipar giros clave.
Sinceramente, no tengo argumentos suficientes como para apostar claramente por lo uno o por lo otro, por lo que me dejo llevar por el pragmatismo al que me obliga mi ignorancia. Del mismo modo que el mercado se ha sostenido por encima de su primera gran zona de soporte, presenta un deterioro innegable y creciente en términos de volatilidad; con una ruptura de resistencia clave en la misma por segunda vez desde que empezó el año. Ojo porque esto es como lo de Pedro y el Lobo; a quienes no traía a colación desde hacía mucho tiempo. Un día, el VIX nos cantará un suelo relevante porque la complacencia del mercado es considerable y creciente, y mucho se ha subido en algunas plazas desde mínimos de 2009.
Ignorando el resultado final, la cuestión es bien sencilla. Tomando como referencia al Ibex 35 hay que decir que la zona de resistencia creciente que pasa algo por encima de los 11.000 puntos debe ser batida para que el mercado sea alcista en todos los plazos y no sólo para trading en tendencia. La pérdida de los 10.500/10.600, por su parte, supondría un fallo alcista en zona crítica por confirmación de patrón de cabeza y hombros (hch?) potencialmente bajista. La solución es salomónica: una exposición menor que permita tolerar cualquiera acontecimiento, reforzando largos en caso de ruptura alcista o aumentando la cobertura en caso de pérdida de soporte. El resto es adivinación y yo no tiro las cartas.