IL SOLE 24 ORE (ITALIA)
¿Túnez sin Ben Ali? Será mejor. La consigna a las empresas italianas y la opinión pública es optimismo. Túnez no se hunde y la revolución es un desahogo necesario que permitirá desarrollar los sectores clave para el crecimiento.
Y Europa debe contribuir. Se necesita un Plan Marshall europeo para prevenir la potencial ola migratoria de un mundo árabe en revolución y -se espera- en evolución, de la cual por el momento hemos visto sólo un inicio: los 5.000 tunecinos que han desembarcado en las costas italianas.
En torno a estos dos temas principales se ha desarrollado el encuentro entre el ministro de Exteriores, Franco Frattini, y el ministro de Industria y de Tecnología tunecino, Afif Chelbi.
En el encuentro participaron también empresarios de ambos países. Una reunión importante: Italia es el segundo socio comercial de Túnez y el primero en inversiones extranjeras, con 750 empresas que operan en el país norteafricano. Frattini ha dicho al Gobierno tunecino que Italia está dispuesta a sostener la transición con un paquete de ayudas económicas.
Otra señal decisiva de optimismo llega del ENI, el ente petrolífero italiano, cuyo administrador delegado asegura que invertirán en Túnez 500 millones de dólares en tres años. "Seguiremos operando, aunque Túnez no tiene los recursos petrolíferos de sus vecinos Libia o Nigeria", dijo.
No han faltado las críticas a la UE por ambos ministros. Según Chelbi, las cifras consignadas por la UE "son ridículas" y demuestran que la Unión "no ha comprendido el alcance de los acontecimientos ".
La Unión Europea no está a la altura del cometido frente a nuestra región". Frattini está de acuerdo porque cree que Europa puede y debe hacer mucho más.